En cama e inconsciente, Pedro soñaba un lugar extraño e interesante, muy apacible; algo así como un bosque donde había árboles, rocas y animales; podía ver las nubes y el cielo de aquél mágico escenario. Él decía que todo estaba en calma, que no sentía dolor y estaba feliz de estar caminando en ese lugar, pero de repente, las rocas, las nubes y los animales se convirtieron en criaturas extrañas, eran animales que no podía distinguir ya que eran de una naturaleza muy extraña. Don Pedro vio un burro con alas, un gallo con cuernos de toro, un león con cabeza de perro. Todos estos animales gritaban una sola palabra: "Alebrijes", gritaban más y más fuerte: "¡Alebrijes, Alebrijes, Alebrijes!".
En medio de su propio velorio se levantó repentinamente, se escuchó una expresión de asombro entre rezos y exclamaciones al verlo reaccionar de lo que parecía su muerte. Después de ese momento y Pedro ya totalmente recuperado, empezó a recordar su sueño y quería que su familia y todas las personas conocieran a esos animales fantásticos. Aprovechando su habilidad de cartonero, Pedro Linares tomó un pedazo de papel y moldeó esas figuras, las pintó igual que como estaban en sus sueños, dándole vida a los “Alebrijes”. Don Linares a lo largo de su vida mostró su trabajo a mucha gente, mexicanos y extranjeros, siendo invitado a Estados Unidos y Europa para exhibir sus "alebrijes".Conservó las tradiciones populares que sus abuelos y padres le habían heredado, aportó una invaluable creación al arte mexicano y a las mismas tradiciones populares. Pedro Linares López, trabajó jornadas de 16 horas todos los días, hasta un día antes de su muerte, la cual sucedió un 26 de Enero de 1992 a la edad de 86 años3.
El tallado de madera es una tradición ancestral de los zapotecas, la cual llega a su máxima expresión con la elaboración de figuras de madera que solo en años recientes adoptarian el nombre de alebrijes; piezas irreales y mágicas salidas de la imaginación del artesano oaxaqueño, las figuras de madera representan el espíritu innovador e irreal del alma Oaxaqueña mediante la formación de figuras obtenidas después de un tallado y pintado manual.
Las variadas formas de las ramas del copal1 el cedro, aguacatillo y el palo torcido2 invitan a los artesanos a realizar con su imaginación y con la ayuda de machetes y navajas figuras de animales tales como: leones, jaguares, iguanas, perros, serpientes, pájaros, cabras y diversidad de figuras fantásticas imaginarias, estos trabajos pueden llevarse horas o días, dependiendo de la complejidad del diseño y del acabado.
Las figuras son decoradas después, con dibujillos finos de tipo estrella, o dibujos florales. Al gusto de la persona que lo realize1. Sus acabados perfectos los hacen únicos y son considerados como piezas de arte2.
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